
Ser un Dog Dad
Ser un dog dad, es ser un hombre especial
Ser un dog dad o papá perruno no es solo tener un perro. Es formar un lazo profundo, construir confianza y estar presente cada día para tu mejor amigo de cuatro patas. Ser un dog dad, es sentir una conexión con tu perro e involucrarlo en tu rutina diaria, crear lazos emocionales, compartir tiempo de calidad y sobre todo estar atento a las lecciones que vienen con tener un perro como compañero de vida. Un dog dad, es una persona sensible que puede conectar con las emociones del perro y aprender de él. Es muy común escuchar: “Siento que desde que tengo perro soy una mejor persona” y es que esto es muy real. Un perro te hace aprender a leer el lenguaje no verbal, a leer miradas y a estar presente, “Carpe diem".
Un dog dad, hace parte de su estilo de vida al perro y se siente orgulloso de ello. Ya sea que te acompañe a caminar, que decidas llevarlo al parque a lanzarle la pelota o incluso que planees tu fin de semana en función a mantener activo y feliz a tu perro, ser dog dad es un estilo de vida lleno de lealtad y amor. Un dog dad, puede o no tener hijos hoomanos, pero lo importante es que lo considera uno más de la familia que entiende que tiene necesidades únicas y que lo incluye como parte de su vida.
Los dog dads conocen cada mirada y cada “maña” del perro y conectan con sus emociones. Reconocen la mirada de “quiero salir”, saben cuál juguete es el favorito, reconocen cuando necesitan una caricia, como si fueran una extensión de su personalidad. Es una relación basada en la confianza, la comunicación y el cariño mutuo.
Un dog dad, sabe que tener un perro no siempre es un trabajo fácil y que mientras más diversión, más nos ensuciamos. Desde patas llenas de lodo hasta visitas al veterinario sin aviso, no todo es abrazos y lamidas. Pero los dog dads están ahí incondicionalmente, en las buenas y en las malas. Los dog dads cubren al travieso si hizo una travesura, pero también lo educan, lo consienten y lo premian.
Los dog dads no siempre buscan protagonismo, pero ahí están cada día entrenando, paseando, cuidando y aprendiendo. Y sus perros... no los cambiarían por nada en el mundo. A veces son los favoritos de la familia porque reconocen esa energía alfa.
También existen otros tipos de dog dads, que por falta de tiempo no conviven tanto, pero trabajan y son proveedores para que a su perro no le falte nada pues lo reconocen como parte de la familia. Ellos reconocen que los perros hacen felices a sus parejas y/o a sus hijos y buscan que nunca les falte nada, buscan que tenga lo mejor porque el perro es parte importante de la estabilidad emocional de alguno o todos los miembros de la familia.
Ser un super dog dad, es aquel que siempre esta para su perro, todos los días, con amor, paciencia y que no le importa ensuciarse para jugar con ellos. Si tú eres uno o conoces a uno, ten por seguro tu perro te ve como un superhéroe. Y la verdad… ¡no está equivocado!
Un dog dad, sin duda es una persona especial y merece nuestro reconocimiento, así que si eres o conoces a uno ten por seguro que es una gran persona.